Participaron representantes de entidades como FADEAAC, CARBAP, Centro de Acopiadores de Cereales, Coninagro, ATCADE, Sociedad Rural, el jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Jorge Sdrodek, y el subsecretario de Transporte, Fernando Roavec, junto a otros funcionarios provinciales.
Los representantes de FAA en la reunión, informaron que “se acordó un incremento (por mayoría) del 9,6 %, llevando la tarifa de arrancada a $187,00 pesos.
En momento de tomar la palabra, Marveggio expresó algunas coincidencias en las argumentaciones expresadas por sus pares, pero discrepó “en que lo efectos sean pagados por los pequeños productores agropecuarios”.
Recalcó la diferencia en las tarifas, que según aseguró, “no son similares para los grandes productores beneficiados por el volumen de trabajo”, y agregó que “dicho margen se plasma en el mercado, que no tiene beneficios para los pequeños productores, sin perjuicio de la injerencia en el sector del transporte”.
“El transporte tiene sus problemas, pero el fusible no pueden ser los pequeños productores, postura que no tuvo acompañamiento del resto de las entidades. El grande tiene espalda, trabaja con precio diferenciado, manejan 30 camiones y piden precio. Pero el pequeño productor que carga dos camiones, ¿Qué va a pedir, que le hagan un descuento”, describió para graficar el contrapunto de un productor que maneja volumen y uno pequeño.
En esta línea, los directores presentes solicitaron en ese ámbito disminuir los beneficios de la reducción de tarifas para los grandes productores, y así reducir el margen de pelea de éstos contra los pequeños productores.
Por su parte, insistió en el reconocimiento del Estado para el sector más débil que tiene impuestos, y precios fijos e inmodificables. Consideró que hasta que no desaparezca el margen de ventaja para el gran productor, la situación no tiene proyección de mejora.
“A nosotros nos ponen el precio de cereal, soja, no ponemos el precio de nada, y peleamos contra los impuestos. Sembramos, hacemos proyecciones, peo después nos cambian las reglas. Por eso deberíamos tratar de que esa diferencia que hace el transporte por los grandes volúmenes, y para que no perjudiquen al productor chico, desaparezca, si hay margen, peliemos contra ese margen para que el grande pague, porque el grande tiene espalda”, reclamó Marveggio.
El director de FAA indicó la necesidad de contar con créditos, impuestos, y tasas más favorables para el pequeño productor “que no puede competir, solo subsistir”.
