En el marco del cumplimiento de las medidas de aislamiento social preventivo dispuestas por el gobierno nacional por la pandemia de Covid-19, el viernes 31 de julio sesionó el Consejo Directivo Central de Federación Agraria Argentina. El encuentro fue a través de la plataforma Zoom y, como es habitual, fue el ámbito en el que los directores federados analizaron la coyuntura, las problemáticas que afectan a los productores y los pasos a seguir a nivel gremial.
En cuanto a la iniciativa que busca exportar cerdos a China, los federados coincidieron en que se trata de una buena oportunidad para estar dentro de la solución, es decir si pueden ser parte los pequeños y medianos productores del proyecto en cuestión. Porque aseguraron que, si esto no sucede, será un gran problema que los chinos vengan a nuestro país para desarrollar ellos la producción, por un lado, desde el punto de vista sanitario, pero también (y especialmente) en cuanto al desplazamiento del rol del productor argentino en la transformación de productos primarios en proteína cárnica.
Por ello, el CDC destacó que “lo mejor que puede pasar es que sean los pequeños y medianos productores los que produzcan esa carne, dado que ya que saben hacerlo. Además, será una posibilidad para que, con mayor eficiencia se reinserten con estímulos económicos en esta producción, que luego se transformará en ingreso de divisas al país. Por eso en este caso alertamos y señalamos nuestra preocupación ante la posibilidad de que se deje la producción en manos chinas, y que estos se lleven el producto convertido”. Los federados informaron que esto fue expresado de manera formal ante el ministro Basterra.
Asimismo, dialogaron sobre otro de los temas que se le han planteado al titular de la Cartera Agropecuaria, que es la creación de un banco de tierras. “Le propusimos a Basterra que se tomara de ejemplo la experiencia de Uruguay, para que se desarrolle algo que beneficie a los productores y no sea tomado sólo como negocio inmobiliario”, indicaron los federados. Por ello, se informó que durante la próxima semana se llevarán adelante reuniones entre el Ministerio y funcionarios de ese país, para analizar juntos cómo trabajan en el país hermano. Se destacó que allí, el banco de tierra maneja los terrenos fiscales y los arrienda a un precio módico a los productores; es decir que se les da una posibilidad concreta de producir, presentando una carpeta donde se analiza su desempeño como tales. Es decir, se trata de una iniciativa que fomenta el arraigo y la producción y no está pensado como un negocio.
Además, se puntualizó que en reiteradas ocasiones se le reclamó e insistió al ministro Basterra acerca de la necesidad de que se haga efectiva la devolución de las retenciones. Se reiteró que ese compromiso asumido por el gobierno aún está pendiente, mientras que se siguen cobrando retenciones sin considerar el mínimo no imponible que se había solicitado, al tiempo que tampoco contempló la mayor parte de los pedidos que oportunamente había hecho FAA. “Sentimos esto como una derrota, porque cuando se aprobó la ley se pudo pensar que en su contenido esto quedaba implícito, pero al no explicitarlo ocurrió esta situación de dilación que complica más fuertemente a los pequeños y medianos productores, que tanto necesitan de esta ayuda que venimos reclamando insistentemente”, aseguraron los federados y añadieron: “tenemos la desventaja de que la pandemia y las medidas de aislamiento no permiten que llevemos adelante acciones gremiales más duras o contundentes, que podrían redundar en resultados más rápidos para alcanzar estos objetivos”.
Además, se informó acerca de las reuniones mantenidas con el ministro Basterra junto al secretario de Agricultura Familiar en relación con la agricultura familiar. FAA integra la ENI Argentina (Estrategia Nacional de Involucramiento), junto con Redes Chaco, Fundación Plurales y Fundapaz. Dicho ámbito representa a gran arco de organizaciones campesinas e indígenas y se les acercó a los funcionarios una propuesta borrador para la reglamentación de la ley de Agricultura Familiar. “Creemos que es una herramienta que se tiene que consolidar para dar solución a la problemática del pequeño productor y la inserción que corresponde, con el RENAF funcionando a su plenitud para identificar y tener las políticas adecuadas”, señalaron los federados.
En cuanto a la ley de emergencia, los integrantes de la conducción informaron que han participado de la reunión de emergencia nacional y que en ese ámbito reiteraron a este gobierno (con la autoridad de haberlo hecho también con los anteriores) que se asigne finalmente el presupuesto que corresponde. “Urge salir de esos históricos y desactualizados 500 millones de pesos, porque es imposible hacer algo con esos montos”, indicaron. Asimismo, se informó que la entidad está preparando una propuesta para generar arraigo con infraestructura y conectividad, para alcanzar un desarrollo. La misma incluye la reforma de la ley de arrendamiento, la creación del banco de tierras y una propuesta de ley de fomento a través de doble deducción de fertilizante y de semillas certificadas. También la iniciativa comprende créditos para los pequeños y medianos productores y un fondo para economías regionales. y un fondo para economías regionales, para que los empobrecidos productores que hoy no tienen margen de rentabilidad producto de muchos factores entre los cuales podemos nombrar la distorsión de precios, tengan un poco de oxígeno para seguir adelante.
Finalmente, los federados vincularon las situaciones de emergencia con la pandemia. Señalaron que actividades que antes eran “exitosas” como la hotelería, la gastronomía o el turismo, pasaron en tres o cuatro meses de tener una buena situación económica al cese total de actividades, quedando así al borde del quebranto. Trazaron un paralelismo con su actividad: “Esto es lo que le pasa a un productor cuando produce, paga todo su personal y cuando está por cosechar viene la inundación, la seca, el granizo o cualquier otra contingencia climática y le arrebata la posibilidad de cosechar. Así se pasa de un buen momento a la quiebra, a la necesidad de asistencia y queda en evidencia la falencia de un seguro multirriesgo con mediciones paramétricas para que, en conjunto con el fondo de emergencia, los productores puedan continuar con su actividad todos los años, cosechando o no”. |