En el mismo debate, que contó con el apoyo institucional de la FAA, participaron el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, José Carlos Martins, el diputado nacional por Buenos Aires, Fabio Quetglas, y el director de Abastecimiento local y Producción de la secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, Walter Martín.
El ciclo contó como moderadores al presidente de LIDE Agronegocios, Gustavo Grobocopatel, y el presidente de LIDE Argentina, Rodolfo de Felipe.
En su disertación, el presidente de FAA agradeció a invitación y señaló que como representante de los pequeños y medianos productores “estamos muy consustanciados con la agricultura familiar, dentro del sector de la producción, y por eso estamos relacionados con la secretaría de Agricultura Familiar e integramos en el Consejo Agroindustrial y bregamos por una relación más fluida para realizar nuestros aportes con nuestros equipos técnicos”.
Achetoni afirmó que “somos propulsores y defensores de las políticas públicas diferenciadas, para que haya arraigo y desarrollo, para que se le permita a quienes están desocupados o sub ocupados, poder producir en el marco de la generación de nuevas oportunidades”.
También, señaló la importancia que tiene “evitar que emigren productores con políticas públicas activas, cinco mil por año fue el dato arrojado por el último Censo”.
También llamó a ajustar los desequilibrios existentes. “Debemos revisar las cadenas de distancias, porque ahí van también las producciones familiares, regionales, y en donde se producen los grandes desequilibrios. Nosotros entendemos que no hay una colisión entre mercado interno y exportación, sino que al contrario, debe haber una sinergia en donde cubramos las expectativas alimentarias, de soberanía y seguridad interna para que tengamos una gran potencialidad para exportar”, manifestó.
En ese sentido, señaló que FAA pone su impronta dentro del Consejo Agroindustrial “es necesario que nuestra letra quede allí bien impresa porque defendemos fuertemente a sectores que hay que defenderlos para que no queden marginados”.
Por su parte, aportó su visión acerca de la mirada del gobierno nacional en material de retenciones, en tal sentido indicó que “entendemos que debemos dar previsibilidad, aportar letra a un gobierno que en un momento dado, lamentablemente, se empecinó en generar un 3 por ciento más de retenciones, y hoy está retrocediendo en un momento inoportuno, donde ya le sacó a los productores chicos, y ahora le va a dar a los grandes”. Sobre esto, afirmó que “ En eso es necesario reordenar y proyectar nuevamente para que se beneficie la escala con progresividad, necesitamos convivir con todos, pero desarrollar armónicamente un interior del país que necesita del chico, el mediano y del grande para satisfacer las necesidades internas, de cada pueblo del interior y de las grandes ciudades, y potenciar el ingreso de divisas que si nos dan las condiciones necesarias acompañado de un desahogo fiscal, bien lo podemos hacer”.
Señaló que esa realidad se puede construir “si hay confianza y afianzamiento del vínculo de los sectores” pero advirtió que “no debemos mirarnos como enemigos entre las distintas escalas de producción, para poder así comenzar a transitar un camino que realmente le dé expectativas a un país distinto al que hoy tenemos”.
Achetoni trazó un diagnóstico sobre estos objetivos al afirmar que “la tarea no es fácil, pero tampoco imposible”, aunque recordó: “Con las recetas de lo fue fácil no se puede hacer, hasta el momento nos ha ido muy mal, y creo que debemos darnos la posibilidad de tener una inclusión completa, ni parcial, ni que se vea a la agricultura familiar como sinónimo de pobreza, de marginalidad, ni como un clientelismo político, sino que se la vea como una potencialidad para desarrollarse y dejarle un horizonte de progreso, ya sean productores pequeños o medianos, y que todos tengan en este país la posibilidad de un desarrollo pleno y siempre cuidando esa sinergia que debe haber entre los distintos sectores para que todos tengas esa prosperidad, y no haya un desequilibrio con una prosperidad exagerada, producto de una distorsión en la cadena, que termine significando la salida a alguien del sector productivo”.
Finalmente, remarcó la necesidad de poner el esfuerzo y la concentración “en las emergencias y en los seguros multiriesgo”, ya que consideró que “debemos corregir la distorsión de rentabilidad, la equidad en la distribución de la renta, y cuando se pierde la cosecha, que haya garantías de inversión y de recupero a través de una buena ley de emergencia con un buen fondo, y un seguro que garantice esa posibilidad de inversión”.
