El alto acatamiento demuestra que lo que dijimos es correcto. Que el sector no tolera más que se dispongan medidas que ya fracasaron, de manera inconsulta, que perjudican seriamente una actividad cuya recuperación llevó muchos años. Además, las consecuencias no deseadas ya se vieron también: los precios de la carne no bajaron en góndola. Lo dijimos hasta el cansancio: cerrar las exportaciones no es una medida adecuada para generar un impacto real que implique la mejora de los precios que pagan los argentinos por la carne. Por el contrario, y como pasó años atrás, empeora gravemente la situación de todo el sector e impacta negativamente sobre los argentinos en general.
En este contexto, habiendo demostrado fehacientemente que el sector rechaza la medida gubernamental, así como también el modo con el que se gestan e implementan políticas, decidimos mantener la propuesta original de que finalice esta medida de fuerza. Así, se abrirá un tiempo en el que esperamos poder avanzar con instancias de diálogo con el gobierno nacional, los gobernadores y los legisladores, para tratar de revertir las consecuencias negativas para la producción y para todos los argentinos de la desafortunada decisión oficial. Estamos convencidos de que los tristes tiempos que vivimos en el país, signados por esta pandemia que nos castiga a todos, nos obligan a seguir buscando soluciones para el sector y para todos los argentinos.
Por eso elevaremos un pedido de audiencia al presidente de la Nación, Alberto Fernández, buscaremos dialogar con gobernadores y nos reuniremos con representantes de los distintos eslabones de la cadena cárnica. Es necesario encontrar alternativas que no destruyan una vez más la ganadería argentina, que no afecten más el bolsillo de los argentinos, que no nos hagan perder credibilidad ante el mundo y que no se siga afectando la economía nacional, con medidas inadecuadas. Por el contrario, hay que trabajar todos juntos para que el sector agropecuario pueda colaborar, como puede hacerlo, en la recuperación de la economía nacional, a través de la actividad genuina, la generación de empleos y la dinamización del interior productivo.