Explica Ricardo en el video: “Con mis hijos, Damián y Diego trabajamos con los terneros y hacemos las guacheras. Todos los terneros que van saliendo de las vacas del tambo los vamos criando con sus madres y todo en forma natural. Toda la vida hemos venido haciendo esta actividad. Nos da muy buen resultado”. Luego, Damián, relata en off los distintos momentos de la producción que llevan adelante: “La guachera se empieza cerrando, los terneros están tan acostumbrados que ya entran solos en los potreros. Solamente hay que ir abriéndoles las puertas, y se van apartando solos. Tarda más apartar que hacer mamar. Hacer mamar 70 terneros representa unos 15 minutos, tardamos más en ir encerrándolos. Tenemos terneros grandes también, que maman a la vaca, comen verdín por la sequía, un poco de rollo. A cuarenta terneros le doy una lata de ración y están redondos. Ganás mucho más peso por kilo de pasto comido que estando en una estaca. El animal no sufre, se acostumbra al clima. Es un guacho que después tanto va para novillo y se reparte. Las mejores se dejan para ser madres, las que no se venden en la invernada, y otras que se van descartando y vendiendo. La vaquillona que criamos antes a los años vuelve para nuevamente entrar en la guachera. Tenemos cruzas, hijos de Lando con Pampa Colorado negro, como los toros, de la propia cabaña. Las vacas dan cría con un promedio de tres terneros por vaca. Es el mismo sistema que se hace en el tambo”. Luego agrega: “Durante la mañana y la tarde se le da el pasto como si fuera el tambo, con la única diferencia que se maman los terneros. Es una práctica que casi se está perdiendo, que se llama hacer la guachera con amas. Ese nombre proviene antiguamente de las amas de llaves, que criaban los hijos de los demás. Esto es así, le sacamos los terneros del tambo y se los ponemos a otras vacas en otro sector, dependiendo la ubre que tienen, que uno ya conoce, va la cantidad de ternero por vaca. Llegan a criar tres a cuatro terneros. Con este sistema se ahorra mucho tiempo y personal, pero hay que hacer de vaqueano. Las vacas solas van llamando a los terneros a los corrales. Cuando hay alguno que le erra a la vaca, ésta misma lo corrige y lo mandan a vaca que corresponde. Cada ternero tiene su vaca todos los días. Sería muy bueno que haya centros de formación para estas prácticas que se van perdiendo. Terciarios que se dediquen a enseñar estas cosas. Nuestra tarea es tener todos los oficios en uno solo, como antes, cocinar, alambrar”. Y finaliza Damián: “Manejamos actualmente sesenta y seis hectáreas y la carga animal máxima que hemos tenido en el campo ha sido de trescientos cincuenta animales. Tenemos alfalfa y algo de pastura porque la sequía que vino ha sido muy grande. Todos los callejones están diseñados y construidos por nosotros. Como se hacía antes, en el campo hacemos todo, con mi papá, mi hermano, mi cuñado y cuñada. Desde el dulce para el desayuno hasta carnear, se trabaja la tierra, se siembra, equipo de trillar para hacer lo nuestro y de algún vecinos. Es una vida muy sacrificada, pero llena de satisfacciones”. A través de esta campaña, FAA busca visibilizar y dar a conocer el modo de vida y producción de los socios que integran la entidad. “En el marco del Decenio de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena (AFCI) queremos que se conozca cómo producimos, qué hacemos, con qué recursos y de qué manera. Porque siempre decimos, somos productores y eso nos define; es nuestro modo de vida, nuestra cultura, lo que sabemos hacer porque lo recibimos de nuestros antepasados y queremos poder volcarlo hacia las próximas generaciones. Para eso se necesitan políticas públicas específicas que nos contengan, que contemplen nuestras diferencias y nos den oportunidades”, dijo el presidente de FAA, Carlos Achetoni.
